La Cuarta Postura
Prólogo
En un mundo atrapado entre el conflicto de la derecha, la pobreza de la
izquierda y la holgazanería del populismo, Argentina guarda una promesa
silenciosa, una visión que trasciende las etiquetas gastadas y las luchas
estériles.
Hace décadas, Benjamín Solari Parravicini, con su pluma profética, lo anunció:
"Argentina tendrá su Cuarta Postura... ¡y será del mundo!".
Hoy, esas palabras resuenan como un llamado urgente, una invitación a romper
las cadenas del odio de clases y construir un futuro donde el trabajo —la
misión esencial de la humanidad— sea el motor de una prosperidad compartida.
Este libro no es un manifiesto de utopías ni un lamento por lo que fue. Es un
mapa práctico hacia una nueva realidad: un sistema donde las empresas,
liberadas del peso de impuestos a las ganancias, distribuyen esos excedentes
con quienes las hacen posibles: sus trabajadores. Un sistema que se
autocontrola, que no divide ni somete, que no depende de la burocracia estatal
ni de la codicia de unos pocos. Un sistema que, al duplicar la rentabilidad de
las empresas y el bienestar de las personas, duplicará también el destino de
las naciones. Argentina, con sus tormentas y sus sueños, está destinada a ser
la primera.
No porque lo digan las profecías, sino porque lo exige la razón: ningún país
puede seguir atrapado en ideologías que enfrentan a ricos y pobres, que
castigan el esfuerzo o premian la dependencia.
La Cuarta Postura no es una ideología más; es la superación de todas ellas. Es
el reconocimiento de que la verdadera riqueza nace cuando cada persona
administra los frutos de su labor, sin intermediarios arbitrarios ni
apropiaciones injustas.
Estas páginas son un comienzo, una chispa para quienes se atreven a pensar
diferente. No prometemos un paraíso instantáneo, pero sí una certeza: todos se
benefician —las empresas, los trabajadores, el Estado— cuando el trabajo se
honra y la prosperidad se comparte. El mundo espera, y Argentina está lista
para liderar.
Que este libro sea el primer paso hacia ese amanecer.
1. ¿Qué es el bautismo?
"Bhauti" es la palabra más importante del idioma
sánscrito. En sí misma esconde al mayor secreto de la existencia.
Transforma la raíz Bhuti.
Significa "Continuación de la existencia", es decir "Muerte y
resurrección".
Bhautismo es un fenómeno metafísico que todos experimentamos al nacer cuando el
YO comienza a comandar otro cuerpo trayendo la fortuna y las preferencias de
las vidas anteriores.
Cuando pensamos en el bautismo, imaginamos agua y rituales, pero ¿y si fuera
algo mucho más profundo, un fenómeno metafísico que todos experimentamos al
nacer? No es un acto de fe, sino un instante cósmico de muerte y resurrección,
donde el alma, como un viajero eterno, traslada su fortuna y preferencias a un
nuevo cuerpo. Inspirado en la Bhagavad Gitá, que nos habla del alma cambiando
de vestiduras, este capítulo explora cómo este "bautismo" no es un
comienzo vacío, sino la chispa que da sentido a la vida, un eco de continuidad
que disuelve la absurdidad y nos invita a mirar más allá de lo visible.
Este capítulo aborda la definición del bautismo desde la perspectiva de la
Cuarta Postura. En sánscrito, 'bautismo' significa 'muerte y resurrección', y
describe el instante preciso en que el 'YO' comienza a comandar el cuerpo al
tomar la primera respiración. Este 'YO' no surge de la nada, sino que proviene
de su vida anterior en un cuerpo que ha dejado de respirar, continuando así su
misión desde un nuevo cuerpo. El capítulo también explora cómo el 'YO' trae
consigo preferencias, talentos y fortuna acumulada en vidas anteriores, influyendo
en su desarrollo actual.
2. Armonía entre la ciencia y la metafísica
Vivimos en los umbrales de una revolución silenciosa, donde
la ciencia y la metafísica, antaño rivales, comienzan a entrelazarse gracias a
un aliado inesperado: la inteligencia artificial. Con la prepotencia de sus
datos, la IA no solo analiza el mundo material, sino que desentraña misterios
que antes eran dominio de la fe o la intuición, como los rastros de vidas
pasadas en nuestros primeros años. Este capítulo revela cómo esta armonía, que
algún día llamaremos la Cuarta Postura, transforma la tecnología en un puente
hacia lo eterno, ofreciendo una filosofía que une el rigor del laboratorio con
la sabiduría del alma.
La Cuarta Postura busca integrar la ciencia y la metafísica en un mismo marco
filosófico. Este capítulo sostiene que la ciencia y la metafísica no deben
contradecirse, sino complementarse para entender mejor la Creación. Mientras la
ciencia se enfoca en describir y manipular el mundo físico, la metafísica
explora la esencia del 'YO' y su propósito trascendental. La cooperación entre
ambas áreas se propone como la vía para lograr el verdadero progreso humano y
enriquecer la Creación.
3. Proporciones sorprendentes
¿Qué pasaría si el caos aparente de la humanidad escondiera
un orden inmutable, escrito en números que no podemos ignorar? Desde el
equilibrio casi perfecto entre varones y mujeres hasta la proporción de 600
trabajadores, 60 emprendedores, 6 líderes y 1 pensador, este capítulo desvela
patrones que trascienden la casualidad. Releyendo el Apocalipsis —donde una
coma perdida transforma el "seiscientos sesenta y seis" en tres
cifras funcionales— y las castas eternas de la Gita, veremos cómo estas
proporciones no son meras estadísticas, sino engranajes de un diseño divino que
nos llama a colaborar con la Creación.
En este capítulo se analizan patrones numéricos y proporciones que parecen ser
inamovibles en la Creación. Estas proporciones incluyen la paridad entre
hombres y mujeres y la relación constante de 600 trabajadores, 60 emprendedores
y 6 líderes por cada pensador. Se discute cómo estos números reflejan un orden
superior necesario para el equilibrio y la prosperidad, y se exploran sus
aplicaciones prácticas en sistemas económicos, educativos y sociales acordes
con la Era Próspera.
4. La misión
La vida no es un accidente, sino una invitación a participar
en algo mayor: la Creación misma. Como un sistema de engranajes perfectamente
calibrado, cada ser humano —sea trabajador, emprendedor, líder o pensador— tiene
un rol en esta misión divina, un propósito que fluye desde el
"bautismo" metafísico que nos trajo aquí. Este capítulo explora cómo
la intención de Dios no es un misterio lejano, sino una tarea cotidiana que se
frustra cuando el odio de clases atasca la máquina, y cómo la Cuarta Postura
nos devuelve al camino de girar juntos en armonía.
Este capítulo define la misión fundamental del ser humano como el trabajo
orientado a generar excedentes que enriquezcan la Creación. Cada persona posee
un 'árbol de conocer y decidir', cuyas ramas perciben la realidad física para
conocerla, y cuyas raíces imprimen iluminaciones para tomar decisiones
correctas. Se enfatiza la responsabilidad de cada individuo en administrar los
excedentes que genera, como parte esencial de su misión espiritual y material.
5. La participación
en las Ganancias
El odio de clases, esa fricción que detiene nuestro
engranaje colectivo, tiene una causa terrenal: los excedentes que los
trabajadores crean y los emprendedores gestionan son retenidos por el Estado,
enredando a todos en culpas mutuas. Este capítulo propone una solución simple
pero radical: eximir del impuesto a las ganancias a las empresas que repartan
esa parte de las ganancias con todo su personal, devolviendo la justicia al
sistema. Con la inteligencia artificial como testigo, veremos cómo esta
participación no solo disuelve el resentimiento, sino que lubrica la máquina de
la Creación, alineándola con el diseño que nunca debió romperse.
Este capítulo desarrolla la propuesta económica de la Cuarta Postura basada en
la redistribución justa de las ganancias empresariales. Se enfatiza que esta
propuesta solo afecta la parte de las ganancias que actualmente es retenida por
los Estados. La idea es que esos fondos, en lugar de ser administrados por
gobiernos o empresarios, deben ser distribuidos equitativamente entre todos los
trabajadores. Se analiza cómo el modelo actual, que permite la apropiación
indebida de la plusvalía por parte de los Estados, genera conflictos sociales.
Esta propuesta busca erradicar esos conflictos y fomentar la cooperación
genuina como base para alcanzar la Era Próspera.
6. El árbol de conocer y decidir
Este capítulo profundiza en el concepto del 'árbol de
conocer y decidir' como el tercer elemento esencial del ser humano, junto con
el cuerpo y el alma. Sus ramas se extienden hacia el mundo físico para percibir
y conocer la realidad, mientras que sus raíces se hunden en lo espiritual para
recibir iluminaciones y tomar decisiones correctas. Este árbol es esencial para
que el ser humano produzca más de lo que consume y, de este modo, contribuya al
crecimiento continuo de la Creación.
7. La doctrina social de la Iglesia: Un camino preparatorio
La doctrina social de la Iglesia, nacida con la intención de
frenar los excesos de la derecha y la izquierda, cometió un error al entregar
al Estado la parte de las ganancias que el personal de las empresas generó con
su esfuerzo, desencadenando el odio de clases que aún nos frena; sin embargo,
en su imperfección, preparó el terreno para algo mayor.
Este capítulo revela cómo esa retención, al centralizar los excedentes, creó
una herramienta histórica sin la cual no podríamos hoy soñar con devolver esas
ganancias directamente a los trabajadores y emprendedores de todas las empresas.
Como un engranaje que giró torpemente antes de alinearse, la doctrina fue un
paso necesario hacia la Cuarta Postura, un preludio que la inteligencia
artificial y nuestra voluntad pueden ahora perfeccionar.