jueves, 6 de septiembre de 2018

¿Por qué el motor de la economía no arranca?


Hoy voy a intentar demostrar que el estancamiento económico obedece a cuestiones más profundas que las que indican los economistas.
Les pido paciencia para llegar al final de este ensayo metafísico, ya que son temas que uno prefiere evitar.

No vaya a ser que se cuestione la doctrina que nos enseñaron desde la niñez!

Persona es una simbiosis de cuerpo y espíritu, siendo este último quien aprende, razona y decide en las acciones más simples y en las más complejas. 

El YO, el espíritu, la conciencia de YO, no es un adorno del cuerpo. Es el dueño del cuerpo y lo maneja desde arriba durante un período determinado.
Es obvio que un segundo antes de nacer, ese cuerpito no practica ninguna de esas 3 funciones: No aprende, no razona y no decide. Pero también es obvio que las practica plenamente un instante después de nacer.



Pero vayamos más profundo. Ese espíritu que comienza a animar el cuerpito no APARECE mágicamente en el momento de la primera respiración. Parece venir de otro lado pues nos sorprende con sus preferencias de género, de ocupación y de estética como queriendo potenciarlas en este nuevo cuerpo. 
Pero lo más curioso que trae un niño es su Fortuna, esa especie de capacidad innata para saber cosas y lograr fines que nosotros jamás les habríamos enseñado!
Fortuna, como se ve, debe ser entendida en su doble acepción. Es "dinero" y también es "suerte".

Es conocido el hecho de que los monstruos, es decir los espíritus sobresalientes y avanzados que han existido en todos los tiempos como por ejemplo Sócrates, o Leonardo y muchos otros de la actualidad presentan una curiosa estadística: La mitad de ellos es homosexual, vienen con una preferencia de género distinta de la de su cuerpo!
Y eso debe suceder porque un espíritu avanzado necesita encontrar un cuerpito con un ADN casi perfecto que pueda soportar tan monstruoso espíritu.
De manera que es lógico suponer que cuando le llega el momento de la muerte tiene que elegir entre escasos candidatos.
Por eso, para no perder su maravillosa Fortuna, la mitad de las veces debe resignar su preferencia de género de la próxima vida.
Sería la suma de lo que en nuestras vidas hemos entregado al mundo menos lo que hemos consumido de él. Sería una especie de premio que el mundo otorga a quienes ayudan con su creatividad. Es como si la mortaja tuviese bolsillos!

El "dinero" que es utilizado por todas las civilizaciones, intenta simular esa valiosa ley de la Fortuna. Cuanto más lo logra, más poderosa es esa civilización.
Algunos le llaman Ley del Karma!

Nuestros hijos no son originales inéditos. Nos los encomiendan hasta que se desarrollen y sean independientes.





Ahora vayamos al grano. Cuando se nos pide que no comamos del fruto del "árbol de conocer y decidir" porque moriría la especie que acaba de crearse, ¿qué nos quieren decir?
Seguramente se refieren al fruto de ese árbol cuyas ramas escudriñan el mundo físico; cuyo tronco aprende, razona y decide, y cuyas raíces se hunden profundamente en el mundo metafísico amando, creyendo, intuyendo, poniendo ganas y convicción para encarar acciones.
Su fruto, el fruto de este árbol de conocer y decidir no es otra cosa entonces que la prosperidad, un concepto nuevo que no conocía ninguna de las especies anteriores y que nos regala ese árbol invertido que es la conciencia de YO!

El Árbol de Conocer y Decidir
(Ver imagen del árbol invertido) 

Es decir que su fruto prohibido, la prosperidad, no debe comerse, debe servir de semilla para el futuro.
Si no lo hacemos, corremos el riesgo de extinguirnos, de volver a ser una especie como todas las demás.

Ahora vayamos al presente de la sociedad. Todos los países confiscan una parte de las ganancias de las empresas creyendo que confiscan al dueño de la empresa. Pero no!, están confiscando precisamente la parte de las ganancias que corresponde al personal de esas empresas! Porque las ganancias de toda empresa son generadas por capital y trabajo proporcionalmente a sus costos respectivos!
Esa afrenta al ser humano, ese crimen de lesa humanidad, no es otra cosa que comerse la prosperidad del 90% de las personas, porque deja de ser propiedad privada de quien la generó para pasar a ser una propiedad colectiva y discrecionalmente consumida


¿Estamos comiendo del fruto prohibido? Pero la buena noticia es que estamos en condiciones de detener semejante osadía contra la especie humana porque tenemos el diagnóstico correcto.
Cuando el Impuesto a las GANANCIAS de las empresas sea para participar GANANCIAS al personal de la misma resolveremos todos los desequilibrios sociales!! 

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