Pero la nueva especie, en lugar de luchar por lo suyo, por su individualidad, se auto-flageló con una doctrina colectivista que hizo que el Estado confiscara esa diferencia y la usara para "asistencialismo".
Se inventó el Impuesto a las Sociedades (o Impuesto a las Réditos, o Impuesto a las Ganancias de la 3a categoría) que confisca la tercera parte de las ganancias de todas la empresas. Confisca precisamente la parte de las ganancias que resulta ser la diferencia entre el precio y el costo del trabajo de su personal.
Los líderes tienen que advertir el error y re-funcionalizar esa doctrina adjudicando los excedentes a cada uno.
La consigna hoy debe ser GANANCIAS PARA TODOS, siembra, y cosecharás, como explica la "parábola de los talentos".
Tenemos la solución al alcance de nuestras manos pero como la hipocresía es ley, difícilmente se alcance a ver antes de desaparecer como especie.
Ése es el desafío, alguien tiene que ver la salida o estamos fuera. Alguien debe derribar la doctrina destructiva e instalar la nueva.
Interesante idea!!! Díficil de aceptar para muchos, sobre todo porque cuando se busca el equilibrio las partes se remiten a las posibles pérdidas del ahora, no ven las ganancias a futuro.
ResponderBorrarTal cual.
ResponderBorrarPero vamos inexorablemente hacia eso.
Hace 70 años que no se puede prosperar trabajando
Todo cambio involucra temor y resistencia. Interesante desafío.
ResponderBorrarTodo cambio involucra temor y resistencia. Interesante desafío.
ResponderBorrarMucho ayudaría a la Patagonia que quienes trabajen en la actividad privada participen en las GANANCIAS de "su" empresa!
BorrarAFIP ya les retiene 1/3 de las GANANCIAS a esas empresas.
El bache financiero será salvado fácilmente por el Estado