lunes, 30 de septiembre de 2013

¿Hay espacio para el optimismo?

Si bien es cierto que la realidad nos muestra signos que hacen dudar sobre la sustentabilidad de nuestra especie, quiero compartir con ustedes otros signos, por ahora ocultos, que indican que tenemos asegurado un destino brillante.
Mucho se ha hablado sobre el número 666 (En realidad se escribe: seiscientos, sesenta y seis). Y se cree que indicaría algo malo para la humanidad.
Sin embargo, voy a dar mi interpretación de ese mensaje que ha sido recibido por distintas personas a través de los tiempos.
Se trata de tres constantes que categorizan la necesaria composición de la humanidad para conformar el motor del progreso:
Siempre han existido 600 conducidos, 60 emprendedores y 6 líderes por cada maestro.
El maestro, en idioma sánscrito se denomina brahmanás, porque tiene la alta misión de gestionar en el universo intermedio, denominado precisamente Brahma.
El resto de las personas, las otras 666 que le responden, se denominan satanás porque tienen la alta misión de gestionar en el universo inferior, el universo físico denominado precisamente Sat.

De manera que hay quien se ha ocupado siempre y se ocupa hoy de mantener esa sagrada proporción. Y eso significa que todavía confía en nosotros. Está asegurada entonces una correcta gestión en este universo.

Pero entonces, ¿a qué se debe la aparente degradación social que nos sorprende el último siglo?
Se debe a un pequeño error en la doctrina social instalada por humanos a partir de la revolución industrial, y que podríamos denominar Tercera Postura para facilitar el análisis.
Luego de las experiencias del capitalismo y del comunismo, los papas enunciaron la doctrina social que rige hoy en todo el mundo y que si bien significó un avance, hoy ha hecho eclosión el error "contra natura" que oculta en sus pliegues.

El error consiste en seguir remunerando el trabajo por su costo y no por su precio, y que a la diferencia la retenga el Estado tomándola de los empleadores.

Los Estados podrían acabar con el desempleo y con el sub-empleo en cuestión de meses si corrigen ese error como debe ser para que el todo funcione.

Sólo necesitan una ley para que los empleados que se esfuercen más que lo esperado, o que desarrollen su creatividad, cobren más que lo habitual.

Esa nueva actitud del personal de las empresas generará excedentes que el Estado recaudará inmediatamente.
Quedarán reflejados automáticamente en el Impuesto a las Sociedades, porque los recursos frescos que se generarían impactarían directamente en la recaudación de esa empresa.


Concretamente digo que si el personal de cualquier empresa decide producir el doble por unidad de tiempo y sin modificar el capital disponible, cobraría el doble, si esa mayor recaudación de Ganancias le fuese adjudicada.

Sería entonces un negocio redondo para todos, pero especialmente para el Estado.
Es la Cuarta Postura, y ya existe un proyecto de ley
En resumen, esta ley indica que la tercera parte de las ganancias de todas las empresas ya no será para el Estado sino para el personal propio y de terceros de "esa" empresa.

¿Por qué esto acabaría con el desempleo, que es la causa de todos nuestros padeceres actuales?
Simplemente porque contratar personal dejaría de ser un peligro!

jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Ganancias para todos?

El Estado podría acabar con el desempleo y con el empleo en negro en cuestión de meses.

Sólo necesita una ley para que los empleados que se esfuercen más que lo esperado, o que desarrollen su creatividad, cobren más que lo habitual.

Esa nueva actitud del personal de las empresas generará excedentes que el Estado recaudará inmediatamente.
Quedarán reflejados automáticamente en el Impuesto a las Ganancias de la 3ª categoría, porque los recursos frescos que se generarían impactarían directamente en la recaudación de esa empresa.


Concretamente digo que si el personal de cualquier empresa decide producir el doble por unidad de tiempo y sin modificar el capital disponible, cobraría el doble, si esa mayor recaudación de Ganancias le fuese adjudicada.

Sería entonces un negocio redondo para todos, pero especialmente para el Estado.
Vea los detalles en el proyecto de ley


¿Qué candidato se anima a diferenciarse de los demás?

¿Por qué esto acabaría con el desempleo?
Simplemente porque contratar personal dejaría de ser un peligro!

sábado, 21 de septiembre de 2013

¿Los homosexuales pueden ser útiles a la sociedad?

Los homosexuales son el más claro indicio que tenemos los humanos para entender que la vida no termina con la muerte. 
Para los espíritus comunes, encontrar un nuevo cuerpo donde meterse para seguir sirviendo, es algo muy fácil. Pero cuando alguien es un espíritu que está pronto a superar la ilusión del ego debe encontrar un cuerpo cuyo entorno le permita seguir ascendiendo esa escalera al cielo.

Y encontrar disponible un recién nacido de esas características debe ser difícil.
Prestemos atención a otros aspectos que distinguen a los homosexuales: Tienen una natural facilidad para el éxito, tienen más suerte que nosotros, tienen esos premios que sólo el absoluto predispone. Entonces imagino que cuando hay que elegir un nuevo cuerpo es posible que resignen el sexo para poder seguir subiendo esa escalera. 

Moraleja: Cuando haya que elegir candidatos para gobernar, a igualdad de capacidad, sería preferible un homosexual, porque está más avanzado espiritualmente.

viernes, 20 de septiembre de 2013

¿A quién elegir en octubre?

Me han pedido que aconseje a los votantes sobre la actitud a tener en octubre para elegir legisladores.

Sólo soy capaz de contar cuál será mi actitud: Me siento como un condenado a muerte que debe elegir su última voluntad.

Contrariamente a lo que se supone, hay métodos más eficientes para elegir gobierno que el voto universal.
Hay que encontrar los candidatos de otra manera.

Cuando alguien está soñando no podemos pedirle opinión sobre el mundo de vigilia. Pero sí podemos pedirle opinión sobre su mundo soñado.
El 90% de las personas puede opinar con certeza,y deben votar pero sobre lo que conocen a diario, sobre quiénes son los mejores emprendedores, quiénes pueden lograr más rentabilidad sin perder prestigio.

Para elegir gobierno primero hay que estar despierto.

La ilusión del ego tiene una razón de ser. Nos fue provista para que trabajemos, cosa que los animales no hacen sencillamente porque no la creen.
La mayoría de las personas pasa toda su vida preguntando cuál es su objetivo trascendente.
Pero ésa es una idea obstruida expresamente para instalar su contra-cara, la ilusión del ego.
Esa ilusión hace creer que el solo hecho de disponer de un cuerpo habilita a sentirse una entidad separada del resto.
Ahora bien, superar esa ilusión no es cuestión de voluntad, es cuestión de mérito, es decir hay que hacer un "quantum" de progreso, producir mucho más que lo que se consume hasta lograr ese "quantum" excedente, y así subir un escalón.
Esa ilusión se va superando poco a poco y por lo general no es suficiente una vida para lograr ese "quantum".

¿Cómo podemos saber quiénes están en cada escalón?

Esto es casi un secreto, porque como el ego es una ilusión, los que ocupan el escalón inferior ni siquiera se plantean esa pregunta. Sería como pretender que alguien advirtiese que está soñando.

Para ellos estas palabras son obviamente incomprensibles. Rechazan la idea de que efectivamente haya una "escalera al cielo". En esa categoría está el 90% de las personas.
Su misión no es entender esta escalera, sino constituir la base dura de la sociedad aportando los mayores sacrificios que ella necesita. Y lo hacen creyendo que es para beneficio propio, porque es su único incentivo para actuar.

Pero quienes han ascendido el primer escalón (que reitero, es una gracia, es cuestión de mérito), pueden seguir investigando.
Hay indicios para suponer que los emprendedores están un pequeño escalón por encima, y eso puede verificarse por dos vías:


-Tienen un poco más de suerte.
-Tienen más gente a cargo.


Obviamente, aunque pocas veces sucede, algunos vuelven a descender ese escalón y pierden esos dos premios.

¿Qué debe hacer un emprendedor para ascender el siguiente escalón?
Debe producir otro "quantum" de su jerarquía y puede promocionar a líder.
Eso también se puede verificar porque son aún más afortunados y tienen diez veces más gente a cargo. Pero además, porque su incentivo para actuar ya no es la rentabilidad sino el prestigio.
Sin embargo le faltan muchos más escalones para llegar a superar la ilusión del ego.



Como dijimos antes, el 90% de las personas puede opinar con certeza, deben votar sobre quiénes son los mejores emprendedores, quiénes pueden lograr más rentabilidad sin perder prestigio.

Preguntemos luego a esos emprendedores elegidos quiénes son los mejores líderes, quiénes pueden lograr más prestigio sin perder verdad.

Y finalmente preguntemos luego a esos líderes seleccionados quiénes son los mejores maestros, quiénes pueden gobernar la sociedad.
Así sabremos quiénes han superado el ilusorio sueño del ego y ven a la sociedad desde el mundo de vigilia y son capaces de proteger su sueño.
Para que la sociedad se armonice, los extremos de la escalera deben ser corregidos:

  1. -Que el trabajo se remunere por su precio y no por su costo.
  2. -Que el gobierno esté en manos de quienes han superado la ilusión del ego.

Lo que nos sucede es simple. Las opiniones que gobiernan y que se vuelven "indiscutibles" han sido forjadas en base a lo que piensan las mayorías que aún no despiertan de su sueño.
Y lo peor es que cuando alguien las discute, le endilgan el mote de elitista.
El populismo, que impulsa la "solidaridad obligatoria", es el peor de los venenos.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Una escalera para salir del pozo

La ilusión del ego tiene una razón de ser. Nos fue provista para que trabajemos, cosa que los animales no hacen sencillamente porque no la creen. 
La mayoría de las personas pasa toda su vida preguntando cuál es su objetivo trascendente.
Pero ésa es una idea obstruida expresamente para instalar su contra-cara, la ilusión del ego.
Esa ilusión hace creer que el solo hecho de disponer de un cuerpo habilita a sentirse una entidad separada del resto.

Ahora bien, superar esa ilusión no es cuestión de voluntad, es cuestión de mérito, es decir hay que hacer un "quantum" de progreso, producir mucho más que lo que se consume hasta lograr ese "quantum" excedente, y así subir un escalón.
Esa ilusión se va superando poco a poco y por lo general no es suficiente una vida para lograr ese "quantum".

¿Cómo podemos saber quiénes están en cada escalón?

Esto es casi un secreto, porque como el ego es una ilusión, los que ocupan el escalón inferior ni siquiera se plantean esa pregunta.  Sería como pretender que alguien advirtiese que está soñando.

Para ellos estas palabras son obviamente incomprensibles. Rechazan la idea de que efectivamente haya una "escalera al cielo". En esa categoría está el 90% de las personas.
Su misión no es entender esta escalera, sino constituir la base dura de la sociedad aportando los mayores sacrificios que ella necesita. Y lo hacen creyendo que es para beneficio propio, porque es su único incentivo para actuar.


Pero quienes han ascendido el primer escalón (que reitero, es una gracia, es cuestión de mérito), pueden seguir investigando.
Hay indicios para suponer que los emprendedores están un pequeño escalón por encima, y eso puede verificarse por dos vías:

  1. -Tienen un poco más de suerte.
  2. -Tienen más gente a cargo.

Obviamente, aunque pocas veces sucede, algunos vuelven a descender ese escalón y pierden esos dos premios.


¿Qué debe hacer un emprendedor para ascender el siguiente escalón?
Debe producir otro "quantum" de su jerarquía y puede promocionar a líder.

Eso también se puede verificar porque son aún más afortunados y tienen diez veces más gente a cargo. Pero además, porque su incentivo para actuar ya no es la rentabilidad sino el prestigio.
Sin embargo le faltan muchos más escalones para llegar a superar la ilusión del ego.

Toda esta investigación tiene como objetivo encontrar a las personas más aptas para gobernar.
Contrariamente a lo que se supone, hay métodos más eficientes para elegir gobierno que el voto universal.
Hay que encontrarlos.

Cuando alguien está soñando no podemos pedirle opinión sobre el mundo de vigilia. Pero sí podemos pedirle opinión sobre su mundo soñado. 

El 90% de las personas puede opinar con certeza, deben votar sobre quiénes son los mejores emprendedores, quiénes pueden lograr más rentabilidad sin perder prestigio.

Preguntemos luego a esos emprendedores elegidos quiénes son los mejores líderes, quiénes pueden lograr más prestigio sin perder verdad.

Y finalmente preguntemos luego a esos líderes seleccionados quiénes son los mejores maestros, quiénes pueden gobernar la sociedad.
Así sabremos quiénes han superado el ilusorio sueño del ego y ven a la sociedad desde el mundo de vigilia y son capaces de proteger su sueño.
Para que la sociedad se armonice, los extremos de la escalera deben ser corregidos:
  1. -Que el trabajo se remunere por su precio y no por su costo.
  2. -Que el gobierno esté en manos de quienes han superado la ilusión del ego.

Lo que nos sucede es simple. Las opiniones que gobiernan y que se vuelven "indiscutibles" han sido forjadas en base a lo que piensan las mayorías que aún no despiertan de su sueño.
Y lo peor es que cuando alguien las discute, le endilgan el mote de elitista.
El populismo, que impulsa la "solidaridad obligatoria", es el peor de los venenos.

sábado, 14 de septiembre de 2013

La naturaleza se expande más que el progreso

El ser humano de hoy tiene un miedo nuevo que lo paraliza y lo ha dejado en esta crisis global que parece no tener otro destino que la extinción de la especie.

A pesar de que la historia lo ha demostrado sobradamente, descree que la naturaleza se expande más que el progreso.
El humano de hoy tiene miedo de "lastimarla" y le tiene miedo al progreso.

Nuestra especie no tiene otra razón de ser que el progreso.
Si éste no se manifiesta... ¿para qué se necesita nuestra especie?

Si hay algo que se contrapone al progreso es la solidaridad obligatoria.

El Estado Benefactor lo que hace es quitar al que produce y trabaja para darle al que no hace nada, siendo la política el vehículo mas idóneo para sus ambiciones desmedidas y los necesitados las víctimas necesarias para tales fines. 

Ya los griegos consideraban que la política era una forma práctica de dar impulso a las ayudas sociales, pero sabemos también que las demagogias populistas se sirven de ella con reglas imperativas para imponer la solidaridad por la fuerza...cuando la solidaridad debería ser una expresión voluntaria, de cada uno, conforme a su adecuada capacidad contributiva.
Ésta puede ser expresada en cualquier tipo de ayuda y nunca impuesta por el Estado, que sólo sabe meterle la mano en el bolsillo al pueblo para hacer frente a sus intereses solidarios.

jueves, 12 de septiembre de 2013

No sólo de pan vive el hombre

No sólo de pan vive el hombre. Para sumarse necesita sueños de progreso. 
Si no se acaba con todas las ratas, no se acaba con ninguna.

Desde hace docientos años el trabajo comenzó a remunerarse sólo por el costo y no por el precio. Y se armó lío.
Pero la nueva especie, en lugar de luchar por lo suyo, por su individualidad, se auto-flageló con una doctrina colectivista que hizo que el Estado confiscara esa diferencia y la usara para "asistencialismo".
Los líderes tienen que advertir el error y re-funcionalizar esa doctrina adjudicando los excedentes a cada uno.

La consigna hoy debe ser GANANCIAS PARA TODOS, siembra, y cosecharás, como se explica en la "parábola de los talentos".
Tenemos la solución al alcance de nuestras manos pero como la hipocresía es la ley, difícilmente se alcance a ver antes de desaparecer como especie.

Ése es el desafío, alguien tiene que ver la salida o estamos fuera. Alguien debe derribar la doctrina destructiva e instalar la nueva.
El Estado podría acabar con el desempleo y con el empleo en negro en cuestión de meses.
Sólo necesita una ley para que los empleados que se esfuercen más que lo esperado, o que desarrollen su creatividad, cobren más que lo habitual.

Esa nueva actitud del personal de las empresas generará excedentes que el Estado recaudará inmediatamente.
Quedará reflejada automáticamente en el Impuesto a las Ganancias de la 3ª categoría, porque los recursos frescos que se generarían impactarían directamente en la recaudación de esa empresa.
El Estado (que recaudará la tercera parte de esas nuevas ganancias), contará al fin del ejercicio con un monto de dinero extra similar al que esa empresa destina a los sueldos.
Y eso porque en la inmensa mayoría de las empresas, los costos del personal son aproximadamente la mitad de los costos del capital.
Es decir que el Estado, al fin del ejercicio podría pagar trece sueldos al personal de esa empresa.

Entonces, la decisión del personal de duplicar la producción le permite duplicar sus sueldos.
Cualquier empresa podría duplicar su producción si se promulgara esta ley de GANANCIAS PARA TODOS, porque la misma ley generaría un mercado que absorbería esa doble producción
.
Sería entonces un negocio redondo para todos, pero especialmente para el Estado.


Vea los detalles en el proyecto de ley

viernes, 6 de septiembre de 2013

¿Qué se espera de nosotros?

No sólo de pan vive el hombre. Necesita sueños de progreso provinientes de su trabajo.
No hay opinión unánime respecto del objetivo del ser humano sobre este planeta.

¿No sería hora de plantearse como meta llegar a un consenso sobre este importante aspecto, lo cual sentaría las bases para legislar la actividad futura?


Algunos dicen:
La recuperación debe ser espiritual y moral, ¡primero tenemos que recuperar al hombre! Necesitamos educar más. Recuperemos al hombre en su relación con Dios, al hombre para que entienda que la lucha es sobrenatural, que en definitiva es la verdadera lucha.


Otros dicen:
Claro, pero primero acordemos cuál es la misión del ser humano sobre el planeta, porque la doctrina actual está mirando exactamente al revés.
Para el 99% de las personas, para aquéllos que aún no han logrado superar la ilusión del ego, lo que se espera es que produzcan excedentes para construir el progreso.
La ética y la moral en ellos es inocua para la sociedad, siempre y cuando los excedentes sean arrebatados a la naturaleza y no al prójimo.
La única fuente de felicidad sustentable para la inmensa mayoría de las personas es disfrutar del fruto de su esfuerzo y creatividad para legar a sus hijos un progreso mayor que el propio.
Dios puso al hombre para sojuzgar a su Creación. El mayor servicio a Dios es trabajar para seguir creando en la forma de progreso.
Para eso le proveyó la ilusión del ego (con la que no cuentan los animales), para que crea que todos los excedentes los produce para él (siendo que son para Él).
Una vez que logra su objetivo, después de muchas vidas, se le permite superar la ilusión del ego y servir a Dios de una manera más amable.
Pero esa gracia sólo es concedida a menos del uno por mil de las personas.
La doctrina social debe diseñarse para el resto.


A lo cual los primeros replican:
Cada vez más se busca al becerro de oro y su versión Calvinista!!!!!


jueves, 5 de septiembre de 2013

Argentina tendrá su Cuarta Postura

El mal argentino ¿está por curarse?
Para responder a esta pregunta cargada de esperanza, habría que definir primero en qué consiste el mal argentino que hemos sobrellevado por varias décadas y que recién ahora, quizá, podremos superar.
El mal argentino podría definirse como el abandono del bien argentino que es la vocación de trabajo.

Esta apuesta casi unánime al consenso entre los argentinos nos dio un impulso tal que en las décadas siguientes, y hasta los años veinte inclusive, la Argentina se colocó entre las diez naciones con mayor ingreso por cabeza del mundo entero.
Luego vino una doctrina social que supone que el trabajo es una carga y no una fuente inagotable de felicidad sustentable.
El mal argentino fue la quiebra de este principio, que se anunció con el golpe de Estado de 1930 y que continuó desde entonces hasta hoy.
En 1930, en lugar de expresar la continuidad del consenso que nos había convertido en una gran nación, otro principio perverso, una suerte de "virus" político, vino a alterar nuestra historia hasta el día de hoy.
En la década siguiente, la generación que los sucedió, de Perón en adelante, en vez de volver al espíritu detrabajo, reanimó el empeño de 1930, y, en 1955, sus sucesores volvieron a repetir el sofisma con un discurso aparentemente antagónico pero conducente, al fin, al mismo fracaso.
Este vicio autoritario fue exhibido por diversos titulares desde 1930 hasta hoy.
Sus portadores fueron civiles o militares, conservadores, radicales o peronistas, pero, más allá de sus notables diferencias, todos ellos comulgaron en la pretensión de representar a los argentinos en función de una supuesta superioridad que les daba una doctrina social contra-natura inspirada en las encíclicas papales.
Es que la consigna común a todos ellos, en el fondo, es la siguiente:
"Confisquemos la tercera pare de las ganancias de todas las empresas porque ese dinero es de su personal y nosotros lo administraremos mejor que los empleadores (y que los  dueños de ese dinero)"

El fracaso de dicha doctrina es inexorable, de manera que sobreviene el rechazo casi unánime a la soberbia del que cae y crea la posibilidad de un nuevo consenso. Todos o casi todos se unen en decirle que no al soberbio que vacila, pero este instante de unanimidad termina por frustrarse cuando entre las filas de los opositores emerge, impenitente, una renovada ambición imperial a la que espera una nueva frustración. Éste es el momento oportuno de corregir lo que está mal, de volver a la cultura del trabajo, que es para lo que Dios nos puso sobre el planeta.

El derrumbe electoral de Cristina Kirchner, que clausura sus pretensiones imperiales, nos ofrece a los argentinos una oportunidad para reconstruir el sistema abarcador de la democracia. Después de tantos fracasos, ¿habremos aprendido la lección, o tropezaremos otra vez con la misma piedra?

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