miércoles, 13 de noviembre de 2013

La sinergia ¿está prohibida?

La facultad de decidir es la principal característica de la dignidad del hombre, un canto al inmenso valor de la autonomía y de la libertad personal.
Cuando los impuestos caen primero sobre quien más gana se quita
a las personas más vulnerables esa valiosa facultad de decidir. Y voy a explicar cómo sucede eso.
Ganar es sinónimo de trabajar, por lo que gravar al que más gana es gravar al que más trabaja.
Cuando el Estado confisca la tercera parte de las ganancias de todas las empresas y no adjudica ese dinero a su verdadero dueño, comete el más grave de los errores: la injusticia.
Le está diciendo a su personal que la ganancia que pudiese generar su mayor esfuerzo y creatividad en sinergia con su empleador no podrá serle participada, porque se la 
arrebata primero.
¡En los hechos, le está prohibiendo la sinergia!.
Los impuestos, aunque parece una obviedad, deben caer primero sobre quien más tiene y quien más consume, pero eso no ocurre hoy en ningún país del mundo. ¿A los economistas "se les pasó"?

Ese error nos convertirá en la más pobre de las especies.
El hombre que vive bajo el amparo eterno del "plan social" sufre el desprecio inconfeso del demagogo que sólo se mueve por su ansia de poder.
El subsidio eterno embrutece y parasita. No permite decidir la sinergia constructiva y convierte al ciudadano en un instrumento de otros.
La moral populista, llámese peronista, kirchnerista, socialista, progresista, etc., es el lobo con piel de oveja que ahonda y perpetúa la degradación de la especie humana.
Cuando el mundo comenzó a producir en serie sobrevino un desajuste monumental en las relaciones laborales. Antes de eso, si uno producía una silla, le pagaban por una silla. Pero si producía dos sillas le pagaban por dos sillas.
Desde ese momento quedó en evidencia un concepto desconocido: la diferencia importante entre el precio y el costo del trabajo humano.
Los dueños del emprendimiento se apoderaban de la diferencia, cuestión ésta que inició una serie de conflictos sociales semejantes a los que había generado la esclavitud.

Diversos filósofos trataron de resolver el problema y diseñaron una Segunda Postura. Creían que el problema era la propiedad de los medios de producción. Entonces el Estado se hizo cargo de ellos, pero encontraron que el trabajo humano dejaba de producir los excedentes porque se anulaban las ganas de trabajar.

Nuevos filósofos estudiaron la cuestión y diseñaron una Tercera Postura que consiste en dejar los excedentes del capital a los dueños del emprendimiento, pero los excedentes de su personal serían administrados por el Estado. Es el populismo que rige hoy en todo el mundo. Pero las ganas de trabajar no regresaron.

La Cuarta Postura consiste simplemente en dejar los excedentes del capital al dueño del emprendimiento, pero los excedentes del personal adjudicarlos sin más trámite.
Contamos con una gran ventaja: Ese dinero está hoy en el Estado, y se llama Impuesto a las Sociedades.
Inmejorable oportunidad. No es difícil virar hacia la sinergia.

martes, 12 de noviembre de 2013

Nuestro Mayor Desafío

Desde hace docientos años el trabajo se viene remunerando sólo por el costo y no por el precio. Y eso genera interminables conflictos.
Pero la nueva especie, en lugar de luchar por lo suyo, por su individualidad, se auto-flageló con una doctrina colectivista que hizo que el Estado confiscara esa diferencia y la usara para "asistencialismo".

Se inventó el Impuesto a las Sociedades (o Impuesto a las Réditos, o Impuesto a las Ganancias de la 3a categoría) que confisca la tercera parte de las ganancias de todas la empresas. Confisca precisamente la parte de las ganancias que resulta ser la diferencia entre el precio y el costo del trabajo de su personal.

Los líderes tienen que advertir el error y re-funcionalizar esa doctrina adjudicando los excedentes a cada uno.

La consigna hoy debe ser GANANCIAS PARA TODOS, siembra, y cosecharás, como explica la "parábola de los talentos".
Tenemos la solución al alcance de nuestras manos pero como la hipocresía es ley, difícilmente se alcance a ver antes de desaparecer como especie.

Ése es el desafío, alguien tiene que ver la salida o estamos fuera. Alguien debe derribar la doctrina destructiva e instalar la nueva.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Los conservadores de hoy son todos populistas

La sociedad ha recorrido períodos traumáticos debido a la curiosa existencia de los conservadores.
Hubo cuatro o cinco escalones con profusa cantidad de muertes que ocurrieron antes de que una idea innovadora tomara cuerpo entre la juventud. Y eso sucedió porque los conservadores se oponían sin fundamento visible a la innovación, fuera cual fuese.

¿Qué son los conservadores, esa clase que ha existido siempre?

Muchas personas, llegada una determinada edad pierden la capacidad de análisis.
Creen que se las saben todas y entonces al recibir una nueva propuesta, en lugar de analizarla, la etiquetan entre sus escasas neuronas. Y como no coincide con lo que ellos estigmatizan como "bueno" la rechazan sin más trámite.

El problema es que estos discapacitados, cuando la sociedad está en crisis son precisamente los únicos que llegan a los puestos de poder. Hoy los conservadores son populistas.

Entonces la sociedad se somete a la paradoja de multiplicar las muertes "ad-infinitum" hasta que llega el ansiado momento de furia en que la juventud los arranca de sus sillones.

Hoy estamos ante un nuevo escalón:

.la profusión de muertes está, 
.la idea innovadora está, 
.la juventud se está hartando.

Sólo falta un click.





sábado, 9 de noviembre de 2013

Ganancias para Todos

Para desarmar a este populismo y a cualquier otro que pudiese instalarse en el futuro, hay que apoyar a los candidatos que prometan impulsar la ley "GANANCIAS PARA TODOS"

A los empleados de las empresas que declaren ganancias, el Estado les depositaría un plus salarial.

Esta propuesta económica acabará con cualquier posibilidad de corrupción, porque las relaciones laborales serán justas. Cada ciudadano será dueño de sus acciones y de sus frutos. 

El poder de las mafias sindicales será cosa del pasado, porque los convenios colectivos ya no serán la máxima. Sobre ellos estará la rentabilidad de cada empresa.

El Estado puede acabar con el desempleo y con el empleo en negro en cuestión de meses.
Sólo necesita esta ley para que los empleados que se esfuercen más que lo esperado, o que desarrollen su creatividad, cobren más que lo habitual.



Esa nueva actitud del personal de las empresas generará excedentes que el Estado recaudará inmediatamente.
Quedará reflejada automáticamente en el Impuesto a las Ganancias de la 3ª categoría, porque los recursos frescos que se generarían impactarían directamente en la recaudación de esa empresa.

Obviamente a la participación en las ganancias la debe pagar el Estado, porque para eso confisca la tercera parte de ellas.
Sería entonces un negocio redondo para todos, pero especialmente para el Estado.

¿Qué candidato se anima a diferenciarse de los demás?

¿Qué raro mecanismo mental produce un infundado rechazo inicial a esta propuesta?

viernes, 8 de noviembre de 2013

¿Por qué nunca se te ocurre trabajar más que lo necesario?

Muy simple, porque a la parte que te corresponde de la ganancias de "tu" empresa se la lleva el Estado en su intención de “redistribuir” la riqueza mediante esta “solidaridad obligatoria”. Confisca tus ganancias como Impuesto a las Ganancias de "tu" empresa.

Pero si modificáramos las relaciones laborales, si el Estado depositara ese dinero en tu caja de ahorros, se te ocurriría más a menudo compatibilizar tus objetivos con los de tu empresa. Y se compatibilizarían los objetivos de empleador y empleado, lo cual haría que contratar personal dejara de ser un peligro y volviera a ser el mejor negocio. En cuestión de meses, se acabaría el desempleo.
Ten siempre presente que otro paga un precio por tu trabajo, pero tú percibes sólo el costo debido a que el Estado se queda con la diferencia.


En la generalidad de las empresas existe actualmente una situación intermedia entre el equilibrio y la doble producción.

El Estado, en Argentina recauda aproximadamente 90.000 millones anuales en concepto de ese Impuesto a las Ganancias de las Sociedades.

Si ese dinero fuera bien administrado, tú, en lugar de cobrar 13 sueldos por año, podrías cobrar 16 sueldos por año, aún con esta despreocupación por los resultados de tu empresa.

Pero cuando tu actitud se modifique, generarías más sueldos por año, como fruto exclusivamente de tu mayor esfuerzo y creatividad, dinero no se le sacaría a nadie, porque es tuyo.

Podrías fácilmente cobrar 24 sueldos por año, sea la empresa que fuere.

Y la sociedad resolvería todos sus graves problemas actuales que son fruto exclusivo de esas equivocadas relaciones laborales.




http://proyectoactitud.com

martes, 5 de noviembre de 2013

¿Quién decide la rentabilidad?

El empresario decide muchas cosas en su empresa, como las inversiones, la política de recursos humanos, la política de ventas, de publicidad, etc.
Y todas esas decisiones buscan mayor rentabilidad.

Sin embargo, la llave final, lo que realmente determina la ulterior rentabilidad, curiosamente la tiene el personal de la empresa. Y eso depende de la manera en que esa rentabilidad se vincule con su suerte.

El empresario podrá condicionarlo, sobornarlo y hasta reemplazarlo, pero el humor del personal permanecerá mientras no se modifique esa relación laboral.

Muchos emprendedores creen que su personal no decide su ganancia. Sin embargo, los empleados por el contrario creen que son su principal motor.

Pero si hacemos el cálculo preciso tomando en cuenta los respectivos costos, la tercera parte de las ganancias fue generada exclusivamente por el personal de esa empresa que se brindó por encima de lo exigido.

El resto, en la mayoría de los casos, es mérito del capital.

El Estado no sólo que debe retener esa tercera parte (como lo hace) sino que además, debe pagarla. Es participación en las ganancias.
Para los empleados volvería a ser conveniente esforzarse y desarrollar creatividad. Y entonces contratar personal dejaría de ser un peligro y volvería a ser negocio.Se puede acabar con el desempleo y con la pobreza con esa simple medida resorte exclusivo del Estado.
No se trata de “crear fuentes de trabajo” sino de que cada empleado tenga una meta en su trabajo. Todo lo demás viene por añadidura.
Cuando la rentabilidad sea generada por el personal en sinergia con su empleador, todo será diferente.
La disminución de costos, la creatividad y lo que pague el cliente demandante del producto o servicio, harán que la inflación y las mafias sindicales dejen de existir por inconducentes.


viernes, 1 de noviembre de 2013

Trabajar debería ser más rentable que lo otro


Se puede arreglar la economía en cuestión de meses sobre la base de que trabajar vuelva a ser rentable.
Mientras los emprendedores creen que su personal no tiene nada que ver con su ganancia, los empleados por el contrario creen que son su principal motor.
Pero si hacemos el cálculo preciso tomando en cuenta los respectivos costos, la tercera parte de las ganancias fue generada exclusivamente por el personal de esa empresa que se brindó por encima de lo exigido.

El resto, en la mayoría de los casos, es mérito del capital.

El Estado no sólo que debe retener esa tercera parte (como lo hace) sino que además, debe pagarla. Es participación en las ganancias.
Para los empleados volvería a ser conveniente esforzarse y desarrollar creatividad. Y entonces contratar personal dejaría de ser un peligro y volvería a ser negocio.Se puede acabar con el desempleo y con la pobreza con esa simple medida resorte exclusivo del Estado.
No se trata de “crear fuentes de trabajo” sino de que cada empleado tenga una meta en su trabajo. Todo lo demás viene por añadidura.
 

En Méjico hay un esbozo de sistema de Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU), pero tiene dos graves defectos:

La limita al 10% cuando puede demostrarse que el mérito es en la mayoría de los casos del 33%.
Pero además el trabajador la debe mendigar a su empleador, y lo lógico es que la pague el Estado, que para eso grava el 28%.
El Estado debe financiarse sobre patrimonios y consumos y no sobre las ganancias que consiguen los empleados.

Resumen del libro La Cuarta Postura

  La Cuarta Postura Prólogo En un mundo atrapado entre el conflicto de la derecha, la pobreza de la izquierda y la holgazanería del populis...