sábado, 15 de junio de 2013

Tropezar no es un accidente.

El error del razonamiento populista es creer que hay que quitarle dinero a una clase social para dárselo a otra.
Se olvida que hay que vivir del trabajo. ¡Dice que la gente debe vivir del salario, COMO SI FUERA LO MISMO!

Lo que necesita la sociedad es que haya más bienes y servicios generados por más trabajo del capital y por más trabajo del personal afectado a ese capital.


Pero ese dinero no debe transferirse jamás al Estado (¿para qué lo necesita?) 

Ese dinero es de esa empresa y de ese personal.
 

El objetivo de un estadista es que haya más dinero en la sociedad, no más dinero en el Estado.
En cambio, el objetivo de un populista es que el dinero pase por el gobierno para comprar los votos necesarios para que no puedan hacerle el golpe de Estado que se merece. 


La economía es algo mucho más importante que cualquier gobierno y más importante incluso que cualquier Estado.

La economía no cambia porque el dinero
cambie de manos sino exclusivamente cambiando las relaciones laborales.

Desde la revolución industrial hay sólo tres tipos de relaciones laborales:
Capitalistas: la transvalía del personal queda en manos del empleador.
Comunistas: La Transvalía del personal y la del capital quedan en manos del Estado.
Populistas o Tercera Postura. la transvalía del capital queda en manos del empleador y la transvalía del personal queda en manos del Estado.

Y ahora viene lo nuevo:
Sinérgicas Cuarta postura: la transvalía del capital queda en manos del empleador y la transvalía del personal queda en manos del personal.

Estamos en el momento justo para la trancisión.
Lástima que hoy los dogmas son más poderosos que la verdad. A muchos ni siquiera les permite imaginar lo que pasaría. 


Proyecto Actitud

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